martes, 15 de diciembre de 2009

LA MUSICA QUE ALEGRA LA VIDA DE LOS MENOS FAVORECIDOS

La pelicula que vimos el pasado dia 25 de Noviembre trataba sobre un pais donde la delincuencia

martes, 1 de diciembre de 2009

¿QUE ES LA CONSTITUCION?

Es la norma fundamental, escrita o no, de un Estado soberano, establecida o aceptada para regirlo. La constitución fija los límites y define las relaciones entre los poderes del Estado (poderes que, en los países occidentales modernos se definen como poder legislativo, ejecutivo y judicial) y de éstos con sus ciudadanos, estableciendo así las bases para su gobierno y organización de las instituciones en que tales poderes se asientan. También garantiza al pueblo derechos y libertades.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Rosalia de Catro.



  • BIBLIOGRAFIA.
Rosalía de Castro (Santiago de Compostela, 24 de febrero de 1837 - Padrón, 15 de julio de 1885) fue una poetisa y novelista española en lengua gallega y castellana. Se trata de la figura central del Rexurdimento de la literatura gallega en el siglo XIX, autora de Cantares gallegos (1863), obra fundacional del mismo al ser uno de los primeros libros enteramente escrito en gallego de la Edad Contemporánea.Fue bautizada con los nombres de María Rosalía Rita. Hija de madre soltera (María Teresa de la Cruz de Castro), perteneciente a la baja nobleza gallega, tradicionalmente se ha venido sosteniendo que su padre fue el sacerdote José Martínez Viojo, si bien no existe ninguna prueba documental acerca de la paternidad de éste. Contrariamente a lo que se vino diciendo durante décadas -que se había criado con sus tías paternas en la aldea de Ortoño, pasando a vivir con su madre a los 10 años-, tras los trabajos llevados a cabo por Victoria A. Ruiz de Ojeda sabemos que la infancia de Rosalía transcurrió siempre al lado de su madre,en Padrón.
Rosalía nunca disfrutó de una buena salud, estuvo luchando siempre con la enfermedad y a menudo con cierta penuria. En sus obras puede apreciarse su gran personalidad, su carácter recio y una profunda empatía con los desvalidos (en concreto, con la emigración de los campesinos gallegos).
Murió de cáncer a los cuarenta y ocho años en su casa de Padrón, que hoy es un museo. A pesar de que pidió que sus restos descansaran en su cantado cementerio de Adina, en Iria Flavia, en 1891 su cuerpo fue exhumado y trasladado al Panteón de Galegos Ilustres en la Iglesia de Santo Domingo de Bonaval (Santiago de Compostela), donde actualmente se encuentra.



  • PRINCIPALES OBRAS.

Estatua de Rosalía de Castro en el Parque de la Alameda de Santiago de Compostela.
La obra de Rosalía tiene una gran importancia en el renacimiento cultural de la literatura gallega (conocido como "O Rexurdimento") con el cual se puso fin a varios siglos en los que prácticamente no se publican obras literarias en gallego ("Os Séculos Escuros"). A pesar de su papel fundamental dentro de la literatura gallega, también compuso obras de gran relevancia en castellano.
Tras el romanticismo de La Flor (1857) y el sentimentalismo de A mi madre (1863; escrito tras las muerte de su madre), la publicación de Cantares gallegos en 1863 supone un acontecimiento cultural de primer orden en el panorama literario en lengua gallega.
Consecuencia del movimiento europeo en pro de las culturas autóctonas y tradicionales, la obra se inspira en el Libro de los cantares (1852) de Antonio Trueba, y glosa por medio de una narración versificada un cantar popular. En esta obra se enfoca en la vida del pueblo gallego asumiendo un punto de vista relacionado con los gustos folclóricos del Romanticismo.
Follas novas (1880) es el título de su última colección de poemas en gallego y contiene su modo de ver la vida, su esencia vital y su mensaje de denuncia social.
Su obra maestra en castellano, y la última obra que publicó en vida, es En las orillas del Sar (1884), versos de tono íntimo, de extraña penetración y de profunda resonancia humana.
Inexplicable angustia
hondo dolor del alma,
recuerdo que no muere,
deseo que no acaba...
Merece ser considerada, al lado de Gustavo Adolfo Bécquer, como la precursora de la modernidad poética impulsada por la creencia en la impureza de formas e ideas, en la sinceridad, en el desnudamiento retórico y en la experimentación rítmica y métrica.
La fecha de aparición de Cantares Gallegos se conmemora todos los años durante el Día de las Letras Gallegas. Este día se instituyó en 1963 en la celebración del centenario de la publicación de la obra de Rosalía. Desde entonces, todos los 17 de mayo se celebra en Galicia la efemérides de dicha aparición dedicando el día a un autor significativo para la arte gallega.
La imagen de Rosalía de Castro aparecía en los antiguos billetes de 500 pesetas. En 2007, el Ministerio de Fomento bautizó al Sasemar 102, uno de sus aviones de patrulla marítima con su nombre, operado por la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima.


OBRA POÉTICA.


Libro de Rosalía de Castro, titulado Follas Novas.
La Flor (1857)
A mi madre (1863)
Cantares gallegos (1863) (gallego)
Follas novas (1880) (gallego)
En las orillas del Sar (1884) (español)


OBRAS EN PROSA.


La hija del mar (1859) (español)
Flavio (1861) (español)
El cadiceño (1863) (español)
Contos da miña terra I (posteriormente divulgado con el nombre de Conto gallego) (1864) (gallego)
Ruinas (1866) (español)
Las literatas (1866) (español)
El caballero de las botas azules (1867) (español)
El primer loco (1881) (español)
El domingo de Ramos (1881) (español)
Padrón y las inundaciones (1881) (español)
Adios rios adios fontes (se le atorgó "o dia das letras galegas") (gallego)

Gustavo Adolfo Bécquer




  • BIBLIOGRAFIA.

Gustavo Adolfo Domínguez Bastida, más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer. (Sevilla, 17 de febrero de 1836Madrid, 22 de diciembre de 1870), fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo.Nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836, hijo del pintor José Domínguez Insausti, que firmaba sus cuadros con el apellido de sus antepasados como José Domínguez Bécquer. Su madre fue Joaquina Bastida de Vargas. Por el lado paterno descendía de una noble familia de comerciantes de origen flamenco, los Becker o Bécquer, establecida en la capital andaluza en el siglo XVI; de su prestigio da testimonio el hecho de que poseyeran capilla y sepultura en la catedral misma desde 1622. Tanto Gustavo Adolfo como su hermano, el pintor Valeriano Bécquer, adoptaron artísticamente Bécquer como primer apellido en la firma de sus obras.
Fue bautizado en la parroquia de San Lorenzo Mártir. Sus antepasados directos, empezando por su mismo padre, José Domínguez Bécquer, fueron pintores de costumbres andaluzas, y tanto Gustavo Adolfo como su hermano Valeriano estuvieron muy dotados para el dibujo. Valeriano, de hecho, se inclinó por la pintura. Sin embargo el padre murió el 26 de enero de 1841, cuando contaba el poeta cinco años y esa vocación pictórica perdió el principal de sus apoyos. En 1846, con diez años, Gustavo Adolfo ingresa en el Colegio de Náutica de San Telmo, en Sevilla, donde recibe clases de un discípulo del gran poeta Alberto Lista, Francisco Rodríguez Zapata, y conoce a su gran amigo y compañero de desvelos literarios Narciso Campillo. Pero los hermanos Bécquer quedaron huérfanos también de madre al año siguiente, el 27 de febrero de 1847, y fueron adoptados entonces por su tía María Bastida y Juan de Vargas, que se hizo cargo de sus sobrinos, aunque Valeriano y Gustavo se adoptaron desde entonces cada uno al otro y emprendieron de hecho muchos trabajos y viajes juntos.
Se suprimió el Colegio de Náutica y Gustavo Adolfo quedó desorientado. Pasó a vivir entonces con su madrina Manuela Monahay, acomodada y de cierta sensibilidad literaria. En su biblioteca el poeta empezó a aficionarse a la lectura. Inició entonces estudios de pintura en los talleres de Antonio Cabral Bejarano y Joaquín Domínguez Bécquer, tío de Gustavo, que pronosticó «Tú no serás nunca un buen pintor, sino mal literato», aunque le estimuló a que estudiara y le pagó los estudios de latín. Tras ciertos escarceos literarios (escribe en El trono y la Nobleza de Madrid y en las revistas sevillanas La Aurora, El Porvenir y "mi amor profundo"). Marchó a Madrid con el deseo de triunfar en la literatura en 1854. Sufrió una gran decepción y sobrevivió en la bohemia de esos años. Para ganar algún dinero el poeta escribe, en colaboración con sus amigos (Julio Nombela y Luis García Luna), comedias y zarzuelas como La novia y el pantalón (1856), bajo el pseudónimo de Gustavo García en que satiriza el ambiente burgués y antiartístico que le rodea, o La venta encantada, basada en Don Quijote de la Mancha. En ese año fue con su hermano a Toledo, un lugar de amor y de peregrinación para él, a fin de inspirarse para su futuro libro Historia de los templos de España. Le interesan por entonces el Byron de las Hebrew Melodies o el Heine del Intermezzo a través de la traducción que Eulogio Florentino Sanz realiza en 1857 en la revista El Museo Universal. Fue precisamente en ese año, 1857, cuando apareció la cruel tuberculosis que le habría de enviar a la tumba. Tuvo un modesto empleo dentro de la Dirección de Bienes Nacionales y perdió el puesto, según cierta leyenda, por sorprenderlo su jefe dibujando. Su pesimismo va creciendo día a día y sólo los cuidados de su patrona en Madrid, de algunos amigos y de Valeriano le ayudaron a superar la crisis. Ese año empieza un ambicioso proyecto inspirado por El genio del Cristianismo de Chateaubriand: estudiar el arte cristiano español uniendo el pensamiento religioso, la arquitectura y la historia: «La tradición religiosa es el eje de diamante sobre el que gira nuestro pasado. Estudiar el templo, manifestación visible de la primera, para hacer en un sólo libro la síntesis del segundo: he aquí nuestro propósito». Pero sólo saldrá el primer tomo de su Historia de los templos de España, con ilustraciones de Valeriano.
Hacia 1858 conoció a Josefina Espín, una bella señorita de ojos azules, y empezó a cortejarla; pronto, sin embargo, se fijó en la que sería su musa irremediable, la hermana de Josefina y hermosa cantante de ópera Julia Espín, en la tertulia que se desarrollaba en casa de su padre, el músico Joaquín Espín, maestro director de la Universidad Central, profesor de solfeo en el Conservatorio y organista de la Capilla Real, protegido de Narváez. Gustavo se enamoró (decía que el amor era su única felicidad) y empezó a escribir las primeras Rimas, como Tu pupila es azul, pero la relación no llegó a consolidarse porque ella tenía más altas miras y le disgustaba la vida bohemia del escritor, que aún no era famoso; Julia dio nombre a una de las hijas de Valeriano. Durante esta época empezó a escuchar a su admirado Chopin. Después (entre 1859 y 1860) amó con pasión a una "dama de rumbo y manejo" de Valladolid, Elisa Guillén, pero la amante se cansó de él y su abandono lo sumió en la desesperación. Después se casó precipitadamente con Casta Esteban.
En 1860 publica Cartas literarias a una mujer en donde explica la esencia de sus Rimas que aluden a lo inefable. En la casa del médico que lo trata de una enfermedad venérea, Francisco Esteban, conocerá a la que será su esposa, Casta Esteban Navarro. Contrajeron matrimonio en el 19 de mayo de 1861. De 1858 a 1863, la Unión Liberal de O'Donnell gobernaba España y en 1860, González Pravo, con el apoyo del financiero Salamanca, funda El Contemporáneo, dirigido por José Luis Albareda, en el que participan redactores de la talla de Juan Valera. El gran amigo de Bécquer, Rodríguez Correa, ya redactor del nuevo diario, consiguió un puesto de redactor para el poeta sevillano. En este periódico, y hasta que desaparezca en 1865, hará crónica de salones, política y literatura; gracias a esta remuneración viven los recién casados. En 1862 nació su primer hijo, Gregorio Gustavo Adolfo, en Noviercas (Soria) donde posee bienes la familia de Casta y donde Bécquer tuvo una casita para su descanso y recreo. Empieza a escribir más para alimentar a su pequeña familia y, fruto de este intenso trabajo, nacieron varias de sus obras.
Pero en 1863 padeció una grave recaída en su enfermedad, de la que se repuso, sin embargo, para marchar a Sevilla con su familia. De esa época es el retrato hecho por su hermano que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Trabaja con su hermano Valeriano, cuya relación con Casta no era buena, debido a que ella no soporta su carácter y su constante presencia en casa. González Pravo, amigo y mecenas de Gustavo, le nombra censor de novelas en 1864 y el escritor vuelve a Madrid, donde desempeña este trabajo hasta 1867 con veinticuatro mil reales de sueldo. En este último año nace su segundo hijo, Jorge Bécquer.
En 1866 ocupa de nuevo el cargo de censor hasta 1868; es este un año tétrico para Bécquer: Casta le es infiel, su libro de poemas desaparece en los disturbios revolucionarios y para huir de ellos marcha a Toledo, donde permanece un breve tiempo. En diciembre nace en Noviercas su tercer hijo, Emilio Eusebio, dando pábulo a su tragedia conyugal, pues se dice que este último hijo es del amante de Casta. Es más, Valeriano discute con Casta continuamente. Sin embargo, los esposos aún se escriben. Pasa entonces otra temporada en Toledo, de donde sale para Madrid en 1870 a fin de dirigir La Ilustración de Madrid, que acaba de fundar Eduardo Gasset con la intención de que lo dirigiera Gustavo Adolfo y trabajara en él Valeriano como dibujante. Pero el 22 de diciembre muere Gustavo durante un eclipse total de sol; un poco antes, en septiembre, había muerto su hermano Valeriano. Mientras agonizaba, pidió a su amigo el poeta Augusto Ferrán que quemase sus cartas («serían mi deshonra») y que publicasen su obra («Si es posible, publicad mis versos. Tengo el presentimiento de que muerto seré más y mejor conocido que vivo»); pidió también que cuidaran de sus hijos. Sus últimas palabras fueron «Todo mortal». Ferrán y Correa se pusieron de inmediato a preparar la edición de sus Obras completas para ayudar a la familia; salieron en 1871 en dos volúmenes; en sucesivas ediciones fueron añadidos otros escritos. Los restos de los dos hermanos fueron trasladados en 1913 a Sevilla, donde actualmente reposan. Hay un monumento en recuerdo de Gustavo Adolfo en el centro de Sevilla.



  • ANALISIS DE SU OBRA.
    Cuando escribe Bécquer está en pleno auge el Realismo, cuando otros autores adscritos a esta tendencia (Campoamor, Tamayo y Baus, Echegaray) se reparten el favor del público. La poesía triunfante está hecha a medida de la sociedad burguesa que consolidará la Restauración, y es prosaica, pomposa y falsamente trascendente. Pero una notable porción de líricos se resistió a sumarse a esa corriente, y además hallaban vacía y retórica la poesía de la lírica esproncediana, la del apogeo romántico, que aún encontraban cultivada con gusto general en autores como José Zorrilla. El Romanticismo que les atrae ya no es el de origen francés o inglés, sino alemán, especialmente el de Heine, al que leen en traducción francesa -en especial la de Gérard de Nerval- o española -de Eulogio Florentino Sanz, amigo de Bécquer. Estos autores forman el ambiente prebecqueriano: Augusto Ferrán, Ángel María Dacarrete y José María Larrea. Todos estos poetas buscaban un lirismo intimista, sencillo de forma y parco de ornamento, refrenado en lo sensorial para que mejor trasluzca el sentir profundo del poeta. Es una lírica no declamatoria, sino para decir al oído.
    Las Rimas de Bécquer iban a ser costeadas y prologadas por su amigo, el ministro de la Unión Liberal de O'Donnell Luis González Bravo, pero el ejemplar se perdió en los disturbios revolucionarios de 1868. Algunas sin embargo habían aparecido ya en los periódicos de entonces entre 1859 y 1871: El Contemporáneo, El Museo Universal, La Ilustración de Madrid y otros. El poeta, con esta ayuda, con la de su memoria y la de sus amigos reconstruyó el manuscrito, que tituló Libro de los gorriones y se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid. Más tarde lo editarán sus amigos con un prólogo de Rodríguez Correa en dos volúmenes con el título de Rimas y junto a sus Leyendas en prosa, en 1871, para ayudar a la viuda y sus hijos. En sucesivas ediciones se amplió la selección. A partir de la quinta la obra consta ya de tres volúmenes. Iglesias Figueroa recogió en tres tomos Páginas desconocidas (Madrid: Renacimiento, 1923), con otra porción sustancial del corpus becqueriano. Gamallo Fierros editó además en cuatro volúmenes sus Páginas abandonadas. Jesús Rubio ha editado dos álbumes de Julia Espín con textos y dibujos de Gustavo dedicados a su musa, a la que no olvidaría nunca. Se trata de ochenta y cuatro composiciones breves, de dos, tres o cuatro estrofas, muy raramente más, por lo general asonantadas con metros muy variados, de acuerdo con la poesía romántica.

    Escultura representando el romanticismo, dedicada a Bécquer, está ubicada en el Parque de María Luisa de Sevilla
    Bécquer solía repetir la frase de Lamartine de que «la mejor poesía escrita es aquella que no se escribe». Es así en sus setenta y seis cortas Rimas breves como arpegios, ya que concentró en ellas la poesía que hubiera querido verter en numerosos poemas más extensos que no escribió. El influjo de Bécquer en toda la poesía posterior escrita en castellano es importante, esbozando estéticas como el Simbolismo y el Modernismo en muchos aspectos. Frente al Romanticismo altisonante y byroniano de un José de Espronceda, Bécquer representa el tono íntimo, al oído, de la lírica profunda. Su «Himno gigante y extraño» rompe con la tradición de la poesía civil y heroica de Manuel José Quintana y los colores vistosos y la historia nacional de Ángel de Saavedra, Duque de Rivas, o José Zorrilla, para meditar profundamente sobre la creación poética, el amor y la muerte, los tres temas centrales de las Rimas. Manuel Altolaguirre afirmó que la poesía de Bécquer es la más humana del Romanticismo español. Esta rara originalidad le valió el desprecio de Núñez de Arce, quien, acaso por su ideología liberal contraria al tradicionalismo becqueriano, calificó sus Rimas de «suspirillos germánicos». Pero Bécquer meditó profundamente sobre la poesía e intentó reflejar el concepto inasible que tenía de la misma en las Cartas literarias a una mujer, en forma de un largo comentario a la Rima XXI, concluida en el verso «poesía eres tú». Un tú que podía ser también dañoso y cruel, como demuestra la rima descubierta por José María Díez Taboada (véase bibliografía):
    Serpiente del amor, risa traidora,
    verdugo del ensueño y de la luz,
    perfumado puñal, beso enconado...
    ¡eso eres tú!
    Los modelos poéticos de Bécquer fueron varios; en primer lugar, Heine; W. S. Hendrix señaló además a Byron y Dámaso Alonso a Alfred de Musset; también el conde Anastasius Grün, y sus amigos poetas españoles, en especial Augusto Ferrán. De todos hay rastros en su poesía.
    Su idea de la lírica la expuso en la reseña que hizo del libro de su amigo Augusto Ferrán La soledad:
    Hay una poesía magnífica y sonora; una poesía hija de la meditación y el arte, que se engalana con todas las pompas de la lengua que se mueve con una cadenciosa majestad, habla a la imaginación, completa sus cuadros y la conduce a su antojo por un sendero desconocido, seduciéndola con su armonía y su hermosura. Hay otra, natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra y huye; y desnuda de artificio, desembarazada dentro de una forma libre, despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el océano sin fondo de la fantasía. La primera tiene un valor dado: es la poesía de todo el mundo. La segunda carece de medida absoluta; adquiere las proporciones de la imaginación que impresiona: puede llamarse la poesía de los poetas. La primera es una melodía que nace, se desarrolla, acaba y se desvanece. La segunda es un acorde que se arranca de un arpa, y se quedan las cuerdas vibrando con un zumbido armonioso. Cuando se concluye aquélla, se dobla la hoja con una suave sonrisa de satisfacción. Cuando se acaba ésta, se inclina la frente cargada de pensamientos sin nombre. La una es el fruto divino de la unión del arte y de la fantasía. La otra es la centella inflamada que brota al choque del sentimiento y la pasión. Las poesías de este libro pertenecen al último de los dos géneros, porque son populares, y la poesía popular es la síntesis de la poesía.
    Pero, aparte de su importante lírica, Gustavo Adolfo Bécquer fue también un gran narrador y periodista. Escribió veintiocho narraciones del género leyenda, muchas de ellas pertenecientes al género del relato gótico o de terror, otras, auténticos esbozos de poesía en prosa, y otras narraciones de aventuras. María Rosa Alonso encontró en ellas siete temas principales:
    El oriental y exótico.
    La muerte y la vida de ultratumba
    El embrujamiento y la hechicería
    El tema religioso
    Las inspiradas en el Romancero
    Las de tendencia animista.
    Bécquer demuestra ser un prosista a la altura de los mejores de su siglo, pero es de superior inspiración e imaginación y un maestro absoluto en el terreno de la prosa lírica. En sus descripciones se echa de ver el profundo amor del poeta por la naturaleza y el paisaje castellano. Escribió además las Cartas desde mi celda en el Monasterio de Veruela, a las faldas del Moncayo adonde fue a reponerse de su tuberculosis o tisis, enfermedad entonces mortal; sus cartas desbordan vitalidad y encanto. No se ha estudiado todavía su obra periodística.
    Bécquer es, a la vez, el poeta que inaugura —junto a Rosalía de Castro— la lírica moderna española y el que acierta a conectarnos de nuevo con la poesía tradicional. Las Rimas se encuadran dentro de dos corrientes heredadas del Romanticismo: la revalorización de la poesía popular (que la lírica culta había abandonado en el siglo XVIII) y la llamada «estética del sentimiento». El ideal poético de Bécquer es el desarrollar una lírica intimista, expresada con sinceridad, sencillez de forma y facilidad de estilo. Bécquer y sus Rimas son el umbral de la lírica en español del siglo XX. Rubén Darío, Miguel de Unamuno, los hermanos Antonio y Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y otros lo han considerado como figura fundacional, descubridora de nuevos mundos para la sensibilidad y la forma expresiva.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Descubren el gen del lenguajeLa Vanguardia
Si tenemos la oportunidad de leer este artículo y después comentarlo con otras personas, tenemos que darle las gracias al gen FOXP2.
Según han descubierto investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), la versión humana de este gen modifica la actividad de otros 116 genes en el cerebro, de modo que cambia la arquitectura del órgano y aparece el don del lenguaje. Este mismo gen actúa también en otros órganos, especialmente en actividades de coordinación motora, de modo que el aparato de fonación puede ejecutar la compleja secuencia de movimientos que permite el habla. FOXP2 emerge así como el interruptor maestro del lenguaje, ya que de él depende que se produzcan la multitud de modificaciones necesarias en el cuerpo humano para poder hablar.
La investigación, que se presenta hoy en la revista Nature, responde a «una de las preguntas centrales del estudio de la evolución humana: ¿cómo hemos adquirido los humanos la capacidad del lenguaje?», explicó ayer Robert Sala, investigador de Atapuerca y de la Universitat Rovira i Virgili.
El gen FOXP2 ha sido conocido como «el gen del lenguaje» desde que en el 2001 se descubrió que estaba mutado en varias personas de una misma familia que sufrían disfunciones lingüísticas. Pero faltaba explicar cómo un único gen puede regular una función tan compleja como el lenguaje, que afecta a tantas regiones del cerebro y a tantos órganos distintos.
Se sabía que todos los vertebrados tienen un gen FOXP2, que interviene en funciones motoras como la coordinación muscular. Y se descubrió que sólo hay dos diferencias minúsculas entre el FOXP2 de los humanos y el de nuestros parientes más próximos, los chimpancés: concretamente, dos aminoácidos son distintos entre la proteína producida por el gen FOXP2 humano y el de los chimpancés.
Para averiguar qué efectos tienen estos dos cambios de aminoácidos, los investigadores de UCLA introdujeron el FOXP2 del chimpancé en neuronas humanas. Seguidamente, analizaron qué genes están activos en estas neuronas. Y compararon los resultados con los genes activos en neuronas humanas normales. Cuando los investigadores analizaron los cultivos celulares con avanzadas técnicas genómicas observaron que más de cien genes estaban actuando de manera distinta entre las neuronas con FOXP2 humano y de chimpancé. Estos resultados se confirmaron después analizando la actividad genética en tejido cerebral de personas y chimpancés.
Otra investigación publicada este año en la revista Cell observó que, si se introduce el gen FOXP2 humano en ratones, se alargan las dendritas (prolongaciones de las neuronas) en algunas regiones del cerebro y emiten más vocalizaciones.
Los resultados del equipo de UCLA «muestran que un pequeño cambio en un gen puede tener grandes consecuencias; por lo tanto, dos especies pueden tener genomas muy parecidos, como nosotros y los chimpancés, y sin embargo ser muy distintas en algunos aspectos», destaca Carles Lalueza, del Institut de Biologia Evolutiva CSIC-UPF.
La nueva investigación ayuda a resolver dos problemas que tenía planteados hasta ahora el estudio del origen del lenguaje. El primero es que, si un único gen actúa sobre muchos otros, «no es preciso que se hayan producido muchas mutaciones genéticas distintas, que era improbable que hubieran ocurrido al mismo tiempo, para explicar cómo los humano desarrollaron el lenguaje», apunta Robert Sala.
Segundo, si FOXP2 actúa tanto sobre el cerebro como sobre el aparato de fonación, la evolución de un único gen basta para explicar cómo apareció, por un lado, la capacidad de procesar el lenguaje en el cerebro y, por otro, la capacidad de hablar.
Pero no todo está explicado con FOXP2, advierten los autores de la investigación. A partir de ahora, señalan, habrá que averiguar cómo influyen en el lenguaje los 116 genes alterados por la versión humana de FOXP2. Según destaca en un comunicado Genevieve Konopka, primera autora de la investigación, «al identificar los genes influenciados por FOXP2, tenemos nuevos instrumentos para estudiar cómo el lenguaje humano está regulado a nivel molecular».

martes, 27 de octubre de 2009

RELATO DE HALLOWEEN.

Todo empieza la noche de los santos, era el cumpleños de mi amiga Doro. Estabamos en un lugar que nosotros llamamos "LOS VIEJOS". La noche pasó muy tranquila, pero a partir de las 2 de la madrugada se empezó a animar la noche, tanto que preferiría que no hubiese pasado. Empezamos a contarnos unos a otros historias de miedo, pero hubo una que nos dejó a todos petrificados... Trataba sobre una familia que vivía en la sima del diablo, nadie se explicaba como podían vivir allí, con todo lo que "decían" que allí ocurría. La familia no se hablaba con nadie, excepto con el enterrador,

martes, 29 de septiembre de 2009

RAZONES PARA TENER FIN DE CURSO

¡¡Estimado representante del consejo escolar!!
Hemos estado hablando con nuestros compañeros de 4º,y como es normal estamos todos muy defraudados ya que a principios de curso nos enteramos de que nos íbamos a quedar sin viaje de fin de curso. Además, se dice que para el curso siguiente se va a realizar el viaje al final del curso de 1º de Bachillerato, con lo cual este año los alumnos de 4º no tenemos la misma oportunidad que han tenido otros compañeros. Y aquellos compañeros que no estudien bachillerato, no podrán realizar SU VIAJE DE FIN DE CURSO. En vista de esto, y como no queremos quedarnos sin NUESTRO VIAJE, nos hemos tomado la libertad de escribirles esta carta exponiendo nuestras quejas respecto a la no realización de la actividad extraescolar viaje de fin de curso como hasta ahora se ha estado realizando. Con esto queremos hacer ver que esta situación es muy injusta, porque nos priváis de una ilusión, la ilusión que tenemos desde que comenzamos el instituto: viajar a un lugar nuevo, conocer gente, descubrir su cultura...
Agradecemos su atención en la espera de recibir una respuesta positiva.
Un afectuoso saludo de parte de 4º DIV.

martes, 22 de septiembre de 2009

Hoy 22-09-09 es la primera vez(en este año) que hemos empezado a utilizar el blog con Ricardo.
Tenemos tema libre para empezar. ((Cristian callate)) He decidido hablar del viaje de fin de curso que no tenemos. Para empezar estoy muy indignada, porque no es justo ni normal que en 4º de ESO no haya viaje de fin de curso.

martes, 10 de marzo de 2009

COMUNIDADES AUTÓNOMAS DE ESPAÑA

-Nº 17.
Andalucía: Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla.
Extremadura: Cáceres y Badajoz.
Castilla-La Mancha: Cuenca, Guadalajara, Toledo, Ciudad Real y Albacete.
Región de Murcia: Murcia.
Comunidad Valenciana: Valencia, Castellón y Alicante.
Comunidad de Madrid: Madrid.
Castilla y León: Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora.
Aragón: Zaragoza, Huesca y Teruel.
Cataluña: Barcelona, Lérida, Tarragona y Gerona.
Comunidad Foral de Navarra: Pamplona.
La Rioja: Logroño.
País Vasco: Vizcaya, Guipúzqoa y Álava.
Cantabria: Santander.
Asturias: Oviedo.
Galicia: La Coruña, Pontevedra, Orense y Lugo

COMUNIDADES AUTÓNOMAS DE ESPAÑA

martes, 10 de febrero de 2009

CRITERIOS DE COMERCIO JUSTO

Es una herramienta de cooperación para colaborar a la erradicación de la pobreza en los países en desarrollo y ayudar a las poblaciones empobrecidas a salir de su dependencia y explotación, es decir, se trata de acabar con la injusticia de que unos trabajen y no les paguen lo que se merecen, y que los que no hacen nada cobren mucho más.

martes, 3 de febrero de 2009

DATOS DEMOGRÁFICOS EN 1992.

Total de Poblacion de España.....................................39.054.709 habitantes (19.127.348 varones y 19.927.361 mujeres)
Total de Nacimientos.........................................396.747.
Total de matrimonios..........................................217.512.
Total de defunciones..............................................331.515.
Esperanza de vida al nacimiento..................................73,7 años.

martes, 27 de enero de 2009

RELOJ DE POBLACION MUNDIAL

Hoy a las 09:57 en el reloj de población mundial hay 6.736.919.469 personas en todo el mundo, 45.913.665 personas en España, 6.649.933 personas en la Comunidad Autónoma de Madrid y 3.393.428 personas en Madrid.

martes, 20 de enero de 2009

Pereda

Cuando José María de Pereda y Sánchez Porrúa nace en Polanco (en la entonces Provincia de Santander, hoy Región de Cantabria), el 6 de febrero de 1833, tiene lugar la sucesión al trono de Isabel, la hija de Fernando VII, cuya designación iba a ocasionar la más importante guerra civil de ese siglo en España, al protestar su tío, Carlos María Isidro. La nefasta herencia del monarca muerto originó el enfrentamiento de las dos Españas con las guerras carlistas.
Los padres del escritor, Juan Francisco de Pereda y Bárbara Josefa Sánchez Porrúa eran naturales, respectivamente, de Polanco y de Comillas y se habían casado muy jóvenes, matrimonio del que tuvieron una larga descendencia.
Establecido el matrimonio en Polanco tuvieron que mantener mediante el trabajo en el campo y la ganadería a la numerosa familia de veintidós hijos, de los que llegaron a adultos solamente nueve.
El traslado a Santander con sus padres le pone en contacto con la ciudad y le presenta un panorama urbano y portuario completamente diferente al de sus primeras vivencias infantiles en Polanco. Tras los estudios de Primaria en la escuela del pueblo, la familia decide que estudie el bachillerato en el Instituto Cántabro de la calle Santa Clara, en el que realiza el ingreso en 1843 y cursa al año siguiente el primer año de Latinidad. Fue un estudiante mediano con calificaciones de Regular en el segundo y tercer año de Filosofía y Suspenso en el cuarto de 1847-8. Fueron profesores suyos Bernabé Sáinz, de Sintaxis latina; Juan Echevarría, de Matemáticas.
Cuando llegó el momento de elegir una carrera hubo grandes porfías entre la familia y es posible que, por sugerencia de su hermano mayor, se decidiera, al fin, por los estudios que le permitieran ingresar en la Academia de Artillería de Segovia. En el otoño de 1852 se trasladó con este propósito a Madrid, donde se hospedó con otros estudiantes montañeses en la calle del Prado núm. 2. Durante el curso se preparó en el colegio de su paisano el arquitecto Antonio Ruiz de Salces, que después perteneció a la Academia de Bellas Artes de San Fernando. La verdad es que el ambiente de Madrid y la vida estudiantil de tertulia en el café de "La Esmeralda", los bailes de Capellanes y la asistencia al teatro fueron para él una tentación insuperable, que le inclinó más por la vida social, el teatro y las fiestas, que por la del estudio. Así parece desprenderse de la carta que le escribe en 1853 a su primo Domingo Cuevas: "Aquí cuando por fas, cuando por nefas, siempre hay alicientes que arrastran a uno en pos de la corte y que, al fin y a la postre, llega uno a mirarla con demasiado apego, y llegará día en que se sienta trocar por la pluviosa e insípida Montaña". No sabemos el resultado de aquellos estudios y ni siquiera si llegó a presentarse al examen de ingreso. Años más tarde, al referirse a esta etapa de su vida, diría que comenzó en Madrid "una carrera científica que no concluí por falta de vocación para ellos".
Estando en Madrid fue testigo de la revolución de 1854 en la que estuvo a punto de perder la vida por el tiroteo originado en las calles, sucesos que relata con detalle en su novela Pedro Sánchez. Durante su estancia en Madrid dedicó una buena parte del tiempo más a la lectura de novelas que a resolver problemas de matemáticas. Ya entonces escribe una obra de teatro, La fortuna en un sombrero (1854), comedia que quedó inédita, donde aparece el tema del idilio, el matrimonio de conveniencia y el caso de la joven sacrificada por el matrimonio para salvar la economía familiar.
La llegada a Santander del joven Pereda no había sido nada afortunada, ya que venía con el fracaso en los estudios y en 1855 moría su madre. Esta desgracia familiar y el contraer la enfermedad del cólera le tuvieron postrado y con gran desánimo. A causa de ello, al año siguiente, se le presentó una neurastenia que obligó a la familia a enviarle a Andalucía donde permaneció una parte del año 1857. Tras el fracaso en sus estudios, se le presenta el dilema de escoger una forma de vida por cuenta propia o entrar a formar parte en alguno de los negocios familiares o de amigos suyos. Pero lo que a él le gustaba en realidad era escribir, para lo que creía tener buena disposición. La oportunidad se le presentó al aparecer en Santander el diario La Abeja montañesa, en la que se estrena con el artículo "La gramática del amor". Sus primeros escritos suelen ser anónimos, firmados por la inicial de su apellido o con el pseudónimo "Paredes". Por lo general, se trata de artículos de crítica teatral, sobre las comedias y zarzuelas que pasaban por el teatro de Santander, colaboraciones de carácter costumbrista o sobre la vida local. Aunque su valor literario era escaso, le sirvieron para reconocer los temas que luego empleará en sus libros y que evidencian la gran afición de Pereda por el teatro.
En 1862 prologa, con el mencionado pseudónimo de "Paredes", el libro Ecos de la Montaña del poeta Calixto Fernández Camporredondo, lo que es indicativo de que gozaba ya de un prestigio como hombre de letras en el ambiente local de Santander.
Al año siguiente, con el mismo pseudónimo, colaboró en el Almanaque ilustrado de la Abeja Montañesa, en el que publicó el artículo "Júpiter. Su vida y milagros" y "El raquero". Algunos de los cuadros costumbristas publicados en la sección del folletín de La Abeja, pasaron luego a sus libros.
Dentro de esta etapa periodística coinciden sus tentativas en el campo teatral con obras cómico-líricas de carácter costumbrista: "Tanto tienes, tanto vales" (1861); "Palos en seco" (1861), "Marchar con el siglo" (1863), "Mundo, amor y vanidad" (1863). El escaso valor de estas obras primerizas hizo que sólo se dieran a conocer (salvo alguna que llegó a estrenarse) con el título de Ensayos dramáticos en una edición restringida, en 1869, con destino a sus amigos. Ya para entonces Pereda había logrado un prestigio literario a raíz de la publicación en 1864 de su primer libro, Escenas montañesas.
Prueba del prestigio que le otorgó su primera obra es que, sin dejar de escribir en la prensa santanderina, empieza a publicar en 1864 en el prestigioso periódico madrileño El Museo Universal y en 1866 colabora con otros autores en el libro Escenas de la vida, colección de cuentos y cuadros de costumbres, editado en Madrid por una sociedad de autores, entre los que figuraban Juan Eugenio Hartzenbusch, Antonio Trueba, Eduardo Bustillo, Ventura Ruiz...
A partir de este momento y en menos de cinco años José María de Pereda se consolida como escritor y su nombre empieza a sonar entre los autores en boga hasta al punto de recibir elogios públicos como escritor costumbrista.
En su segundo libro, Tipos y paisajes el autor puso especial interés sobre todo en el relato titulado "Blasones y talegas".
En abril de 1869, a los veintiséis años, contrae matrimonio con Diodora de la Revilla, "una dama de agradable presencia, de mucha bondad y relevantes virtudes", según su biógrafo José Montero.
Dos años más tarde, es presentado en política por sus amigos afines a sus ideas, que le animan a presentarse como diputado carlista por el distrito de Cabuérniga. El año anterior se había constituido la Junta provincial del partido, de la que era presidente su amigo Fernando Fernández de Velasco, vicepresidente su hermano Manuel Bernabé Pereda y el propio novelista vocal de la junta.
Una serie de circunstancias favorecieron el que saliera elegido por escaso margen. Le ayudó la división del voto liberal, el apoyo del clero, de las familias católico-monárquicas y el hecho de la restricción de los distritos electorales en la provincia que quedaron limitados a cinco.
Su participación política en Madrid le sirvió para darse a conocer, ampliar sus amistades y para darle una experiencia en la mecánica electoral, conocimientos que vertió en su novela corta Los hombres de pro, incluida en su libro Bocetos al temple (1876). Al ser Pereda un desconocido en su distrito tuvo que visitar a los caciques y amigos influyentes que podían apoyar su candidatura. Con este motivo visitó a Francisco de la Cuesta en la casona de Tudanca, pero también tuvo la ayuda del liberal José Antonio González de Linares. Al cesar sus actividades políticas en Madrid deja de escribir. Él mismo lo cuenta así:
Vuelto a mi casa y más enamorado de la paz de mi hogar que de la política y que de la literatura tuve que consagrarme por entero a compartir con mi mujer los cuidados de los niños que a la sazón tenía. Cuatro o cinco años pasaron entonces sin que yo publicara ni escribiera cosa alguna.
El estímulo de sus amigos Marcelino Menéndez Pelayo y Gumersindo Laverde le lleva de nuevo al taller del escritor. Es entonces cuando se propone publicar una novela. En cierto modo, se podría decir que a partir de este momento comienza la segunda etapa literaria de Pereda.
Era Pereda de mediana estatura, fornido y con un aspecto en general que recordaba más a un miembro de la alta burguesía que al de un antiguo hidalgo, aunque lo fuera por genealogía. El bigote, la perilla y los quevedos resaltaban su rostro de aspecto serio. Era de tez morena y con una cabeza dotada de pelo crespo y abundante.
De joven había sentido Pereda afición por la caza y la equitación, ejercicios que no aparecen apenas en sus novelas. No fue bebedor habitual de alcohol ni de café, que perjudicaban su salud. En cambio, fue un buen fumador, como su amigo Pérez Galdós.
Desde niño dio muestras de trastornos nerviosos que se fueron agravando con los años y cuyos síntomas describe en su novela Nubes de estío.
Era Pereda un hombre ordenado y cuidó con atención su aspecto y vestimenta y, de igual modo, se rodeó de las mejores comodidades y adoptó enseguida cualquier innovación que le pareciera oportuna.
En las tertulias ocupaba el puesto principal por su gracia y las agudezas que vertía en su amena conversación. Fue un buen polemista y un conversador ingenioso.
Cuando se trata de completar el carácter de Pereda nos encontramos ante un escritor que, tanto en el aspecto personal como en el literario, ofrecía a sus contemporáneos una imagen singular y muy diferenciadora hasta el punto de que Menéndez Pelayo diría de él que "lo que había de característico en su estructura mental era incomunicable, y él mismo no hubiera podido definirlo". Su compañero Pérez Galdós, que le conocía bien, destacó "su personalidad vigorosa" y lo singular de su obra literaria que le hacía ser diferente a los escritores de su tiempo.
Para poder conocer el pensamiento de José María de Pereda y su carácter, resulta imprescindible tener en cuenta la influencia que ejercieron en él, el ambiente familiar y el grupo de amigos. Perteneciente a una familia católica y tradicionalista, recibe desde niño el troquelado de sus padres, preferentemente de la madre, y se ve protegido en su juventud por la tutela de su hermano mayor Juan Agapito. Si bien es verdad que en su vida no hubo especiales datos curiosos, al no salirse de una monótona uniformidad, también es cierto que careció de contratiempos y adversidades económicas, a pesar de no tener un empleo fijo. Desde su juventud y a partir de su casamiento pudo y supo unir su afición literaria a una dedicación a los negocios. Aunque la literatura no le dio para vivir, fue después un complemento económico importante al ser uno de los escritores más leídos de la Restauración.
Marcelino Menéndez Pelayo vio en Pereda al mejor representante contemporáneo de las letras de su tierra natal y no sólo le animó a escribir, sino que cuando hizo falta salió en defensa suya, realizó la crítica de su obra de una manera estimulante y, sobre todo, le aconsejó que no se apartara de los temas locales en los que sobresalía por ser el mejor pintor de aquel Santander de antaño a través de unos cuadros y tipos costumbristas que se hubieran perdido del recuerdo de las gentes. El erudito santanderino conoció previamente algunos de los escritos publicados por el escritor de Polanco, como ocurrió con la novela Pedro Sánchez.
La muerte trágica de su hijo primogénito Juan Manuel, en 1893, supuso una ruptura en el normal desarrollo de la vida del novelista. A partir de ese momento se llenó su pensamiento de malos presagios y complejos de culpabilidad. La desgracia le pareció una prueba de Dios y le conturbó el hecho de que se suicidara, por lo que solicitó de los prelados de algunas diócesis le concedieran, tras su muerte, las indulgencias oportunas. Comenzó a leer el libro de Job y sólo la resignación cristiana y su profunda religiosidad le permitieron salvar el estado de postración en que cayó. Se agravó su neurastenia y envejeció prematuramente. A duras penas y gracias a la ayuda de sus amigos y de la familia pudo concluir Peñas arriba, la novela que estaba escribiendo, en cuyo manuscrito existe una cruz trazada en la página 18 del capítulo XX que recuerda aquel triste suceso.
Ya después de esto fue muy difícil animarle a escribir y únicamente publicó su novela corta Pachín González, basada en un hecho real, la explosión del vapor "Cabo Machichaco", atracado en el puerto de Santander con un cargamento de dinamita, en noviembre de 1893.
En los años posteriores y una vez nombrado Pereda académico dio prácticamente por terminada su obra literaria. En 1872 había sido nombrado Correspondiente de la Real Academia Española y en febrero de 1897 leyó el Discurso como miembro de número.
El casamiento de su hija en junio de 1903 supuso para él un nuevo estímulo y una alegría familiar al contraer matrimonio con Enrique Rivero, de Jerez de la Frontera.
En la primavera de 1904 sufrió un ataque apoplético que le ocasionó una hemiplejía del lado izquierdo, que la impidió valerse solo con normalidad. Murió el 1 de marzo de 1906.

Viérnoles

Viérnoles es una localidad del municipio de Torrelavega (Cantabria, España). Es la población más alejada de la capital del municipio, pues dista unos 3 kilómetros de Torrelavega y la única que tiene constituida una entidad local menor, dirigida por la Junta Vecinal. Está situado a unos 80 metros de altura y su población es de 982 habitantes (INE 2006).
Se encuentra situado en la parte sur del municipio, entre el río Besaya que lo limita por el oeste y el monte Dobra, que queda al sur. Está dividido en varios barrios, que ya existían en el siglo XVIII: Paramenes, Hoz, Herrera, Río Riba, Radillo, Rodanil y la Robleda. Paramenes es el barrio central, se encuentra en lo alto, donde se ubica la iglesia. Los barrios Herrera y Hoz se encuentran junto al río Besaya, ubicados a lo largo de lo que sería un antiguo camino. Apartados, y pegados al monte Dobra se encuentran los barrios de Radillo o Río Riba.Rodanil es el barrio que queda a lo largo del camino de comunicación con Tanos y Torrelavega. Finalmente el barrio La Robleda situado a la derecha de la carretera general entrando en el pueblo comunica con el apeadero de Renfe.
Celebra fiestas con motivo de San Jorge el 23 de abril.
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Historia [editar]
El documento más antiguo que cita a Viérnoles data del siglo IX, que menciona el lugar como “Vermulas” y como uno de los territorios del Monasterio de Santa María de Yermo. Posteriormente pasó a poder señorial, apareciendo entre los bienes de la casa de la Vega, siendo uno de los lugares en los que Garci Lasso de la Vega I El Viejo tenía propiedades.
A pesar de este dominio señorial, la jurisdicción correspondía al rey, produciéndose en el siglo XV enfrentamientos por este motivo. En 1531, Íñigo López de Mendoza y Pimentel vendió a un vecino de Guadalajara "el patronazgo y diezmo de San Román de Viérnoles", entre otros. Se inicia así la época del predominio de los linajes locales.
En el siglo XVI era en población mayor que la Vega y la más rica de las que actualmente forman el municipio, contribuyendo a la alcabala del mayorazgo con un importe mayor. Todo ello se debe, en gran medida, a la ferrería de la Rucha, documentada desde 1398 y vinculada a la familia Velarde, lo que motivó en su momento enfrentamientos con el Marqués de Santillana, debido a la gran cantidad de madera que necesitaba para su funcionamiento. Durante toda la Edad Moderna fue la segunda más importante de Cantabria, con su propiedad muy fragmentada entre diversos vecinos. El catastro de Ensenada la mencionaba en 1752. En 1775 se produjo una importante riada en el Besaya que afectó, entre otros, a esta localidad y a la ferrería. La decadencia se produjo en el siglo XIX, afectado por la Independencia de la América Hispana, continuando en funcionamiento hasta 1847.
Durante la Edad Moderna se produjo, como en otras localidades cántabras, el fenómeno de la emigración, dirigiéndose en su mayor parte a Andalucía, en particular a Cádiz. Los otros destinos eran Madrid y América.

Economía [editar]
Las actividades económicas preponderantes en este núcleo rural son la industria y la ganadería.
Tradicionalmente se obtenía madera del monte, en particular roble y haya, que han desaparecido prácticamente, sustituidos por el eucalipto. La Junta Vecinal explota los bosques de eucaliptos, siendo estos ingresos por la subasta de madera de los montes de su propiedad la mayor parte de su presupuesto.
Tiene apeadero de ADIF en la línea de cercanías de Santander. Por esta localidad pasa la Autovía de la Meseta.

Patrimonio [editar]

Casa de Sánchez de Bustamante
Su patrimonio civil es el más destacado dentro del municipio de Torrelavega, conservándose toda una serie de palacios y casonas de los siglos XVII al XIX. Entre ellas, cabe citar:
Casa de Velarde (barrio de Herrera). Declarada Bien de Interés Local en 2002. Se trata de una edificación erigida a finales del siglo XVII. La casa consta de un edificio principal o noble, un edificio contiguo que originalmente pudo estar destinado a las caballerías, una gran corralada que hace las veces de patio articulador del conjunto y una sencilla portalada de acceso. El edificio principal posee planta cuadrangular, dos alturas y tejado a cuatro aguas; los muros están armados en piedra de sillería.
Casa gótica (barrio de Rodanil). Data del siglo XV. Edificio de planta cuadrada y un solo piso, con una fachada de socarreña central y dos alas. Construida en mampostería con sillares para esquinales y abertura de vanos.
Casa de Rodríguez (barrio de Rodanil). Conjunto de casa y torre. La casa es anterior, presenta un cuerpo de habitación del siglo XVII (aunque, tal como se presenta la fachada actualmente, debe datar de la primera mitad del siglo XVIII), de dos plantas, un escudo timbrado por yelmo con las armas de los Rodríguez y está construida en sillería. La torre está construida en sillería y mampostería [y Torre de Rodríguez.jpg].
Casa de Sánchez de Bustamante o "Casa de los Leones" (barrio de Paramenes). Se edificó en estilo barroco hacia 1740-50. En un lateral de la casa figura un escudo de armas que tiene dos leones coronados como soporte, de donde toma el nombre. La casa tiene dos plantas. La fachada de sillería presenta un soportal de tres arcos de medio punto.
Casa de Antonio Ruiz Castañeda y Ceballos (barrio de Paramenes). Fue mandada edificar antes de 1736. Su fachada principal es de sillería, en la que se ve el escudo con las armas de Ruiz Castañeda y Ceballos. El entablamento muestra arquitrabe, friso y cornisa muy elaborado.
En cuanto al patrimonio religioso, destaca la Iglesia parroquial de San Román. De la construcción de mediados del siglo XVI sólo queda la cabecera, de estructura gótica con decoración renacentista. Se fueron haciendo reformas y obras en los siglos siguientes. De 1733 son dos tramos de nave con muros exteriores de sillería.

Iglesia de San Román

Recursos naturales [editar]

Eucaliptón de Viernoles; árbol Nº7 del inventario de Árboles Singulares de Cantabria
En el patrimonio natural destaca el "eucaliptón", declarado Nº 7,del Inventario de Árboles singulares de Cantabria a pesar de pertenecer a una especie foránea Eucalyptus globulus Labill, (Eucalyptus); según la Dirección General de Montes, es un ejemplar descomunal, el mayor de Cantabria y uno de los mayores de España. Con una altura de más de 50 metros, un perímetro de circunferencia en la base de 13 metros,y de 9 metros a 1,3 m. del suelo; a los veinte metros del fuste parten ocho vigorosas ramas que forman una amplia copa; se encuentra en un estado de conservación muy bueno.
Además, el pueblo está justo al pie del monte Dobra, el pico más alto del municipio (606 metros de altitud) y una de las montañas más frecuentadas debido a su cercanía a la ciudad de Torrelavega, existiendo un sendero señalizado desde el pueblo para ascender a este pico.